Antes de 1997 Hong Kong era una colonia británica, es decir, era administrada por el Reino Unido y a mediados de ese año, se realizó la transferencia de su soberanía a China. Ambos países llegaron a un acuerdo: durante los próximos 50 años, hasta el 2047, Hong Kong vivirá bajo el principio denominado: “un país, dos sistemas. Estos dos sistemas económicos hacen referencia al comunista de Pekín y el capitalista de Hong Kong.

En la actualidad Hong Kong es una región con un Índice de Desarrollo Humano muy alto, su PIB per cápita es mayor al de países como Canadá, Reino Unido o Australia. La tasa desempleo está alrededor del 3% y ha sido uno de los ejemplos exitosos frente al control de la pandemia. Entonces sí todo parece marchar bien ¿por qué la gente esta protestando? En 2019 Hong Kong fue noticia mundial mundial por las multitudinarias protestas. En mayo de 2020 vuelve a ser noticia porque cientos de miles de personas salieron a las calles de nuevo, esta vez a protestar contra la nueva ley de seguridad impulsada por los líderes en Pekín. Esta ley busca “prevenir, detener y sancionar cualquier acto de traición subversión y sedición”. La cual según sus promotores, tienen la finalidad de brindar protección y seguridad de los mismos habitantes de la región. Pero quienes están protestando tienen temor de perder su autonomía, su derecho a la libertad de expresión y sus ideales tan diferentes a la china continental. 

Ahora ¿qué motiva a China a implementar esta ley en medio de una pandemia? Desde hace unos años Pekín ha intentado diluir las diferencias entre ambos territorios, pero esta vez parece estar acelerando sus esfuerzos para controlar Hong Kong y homogenizar la forma de pensar como un solo país. Y qué mejor momento que hacerlo que cuando Estados Unidos, Reino Unido y gran parte del mundo están tan concentrados en controlar el coronavirus y tratando de reabrir sus economía.

Xi Jinping, el presidente de China parece tener dos objetivos imponiendo esta ley en Hong Kong, uno a corto y otro a largo plazo. Respecto al primero recordemos que hace unos meses China estaba en el ojo del huracán por el brote del coronavirus y resto del mundo pensaba que no iba a salir tan fácil de ese problema. Luego, cuando controló la propagación del virus, pero el resto del mundo se vio gravemente afectado le llovieron críticas por la falta de transparencia frente al origen del virus y las cifras reales de muertos. Por eso, el objetivo es desviar las críticas, tanto internas como externas, hacia otros focos de atención como Hong Kong. Eso es lo que hacen los políticos de muchos países, y no es nada nuevo, desviar la opinión cuando hay problemas económicos o políticos al interior de los países.

Otro objetivo puede ser Xi Jinping quiere mejorar la posición de China en el orden mundial. Esta ley en Hong Kong es una demostración de una política más agresiva, más de poder. Es una forma de mostrar ante el mundo una faceta de: “nosotros controlamos nuestro destino y vamos atrévanse a detenernos”. Controlar más a Hong Kong paulatinamente puede ser sólo el paso inicial para una estrategia más amplia, que puede incluir otras regiones similares como Macao y Taiwán. Por no hablar de su creciente influencia en países ricos en recursos naturales ubicados en África y Latinoamérica. 

Hace unos 30 años el mensaje de China era muy diferente: “no se preocupen por nosotros, estamos desarrollando un país. Intentando sacar de la pobreza a millones de personas y nos ocupamos más en nosotros mismos, en esta política interna”. Pero con su ingreso a la Organización Mundial del Comercio, patrocinado por Estados Unido, consolidó el protagonismo que la han llevado a tener la influencia y poder que tiene en la actualidad. En esa época Estados Unidos sólo veía a China como un gigante mercado de 1.200 millones de clientes para sus industrias, pero décadas después el país asiático está mostrando sus verdaderas intenciones.  Hasta el momento Estados Unidos sólo ha amenazado con sanciones a China, debido a la implementación de esta ley en Hong Kong pero ¿hasta qué punto podrá intervenir Estados Unidos? ¿Tendrá suficiente poder China para hacer algo similar con Taiwán en el futuro?

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